Trucos para que un perro no ladre
Los perros sin duda son la alegría de la casa, ¿verdad? Pero también es cierto que los ladridos pueden llegar a ser un problema, tanto para los tutores de la mascota como para los vecinos.
El ladrido es una forma de comunicación del perro y puede ser la respuesta a estímulos muy diversos, desde el miedo a la euforia. De modo que, si te preguntas por qué tu perro ladra, la respuesta es sencilla. Tu mascota ladra para comunicarse, de modo que si quieres que deje de ladrar tendrás que intentar entender lo que el animal está expresando. Si quieres aprender a controlar los ladridos de tu perro este artículo es para ti. 👇👇
¿Por qué mi perro ladra mucho?
Son muchas los motivos que pueden provocar que tu perro ladre, por este motivo, lo más importante a la hora de abordar el problema es prestar atención al comportamiento del animal para intentar comprender lo que está tratando de expresar.
Los motivos más comunes por los que ladran los perros son:
Aburrimiento
Los perros necesitan moverse, gastar energía y socializar de lo contrario el animal se aburre. Los ladridos son una forma de expresar que están están aburridos. En este caso los ladridos no son hostiles, más bien son latidos quejosos, además notarás que animal busca llamar tu atención, y para ello a veces incluso se comportan mal, muerden los muebles, etc. ¿Solución? Préstale mucha atención, juega con él.
Estrés
Muchos perros se estresan y se frustran si sienten que no tienen sus necesidades básicas cubiertas, es decir, rutinas de paseo, alimentación, juguetes, atención, cuidados, etc. Si los perros sienten que sus necesidades no están satisfechas les o si tienen hambre lo expresarán ladrando.
Lo más recomendable es mantener una rutina en cuanto a los horarios para salir a pasear, los horarios de comida, no cambiar la alimentación de manera brusca, tenerles su cama limpia y en un lugar cómo para ellos.
Ansiedad de separación
Los perros son animales sociables y mantienen una relación muy estrecha con sus tutores, tanto que la ausencia de su tutor puede generarles mucha ansiedad, y en consecuencia muchos ladridos de tristeza.
La ansiedad por separación es uno de los principales motivos por los que tu perro ladra cuando esta solo en casa. En estos casos, la mejor alternativa es entrenar al animal para evitar este tipo de comportamiento, ¿Cómo? acostumbrando el animal a estar solo durante algunas horas solo, y cuando regreses, préstale mucha atención.
Expresión de felicidad
Ladrar también es una forma de expresar su felicidad. Algunas razas, más que otras, pero todas ellas en menor o mayor medida suelen ladrar para comunicarse y expresar su alegría al socializar con otros perros en el parque o por jugar con su tutor y otras personas que considere amigables.
En estos casos los ladridos no suelen ser molestos, ya que no suelen alargarse demasiado. En el momento en que se siente acompañados y atendidos dejan de ladrar.
Situación de miedo o peligro
El ladrido también puede ser una señal de alarma motivada por un ruido o detección de alguna situación inusual que le provoca miedo al animal. Los fuegos artificiales con un buen ejemplo de una situación que puede hacer que los perros ladren por miedo al fuerte ruido.
También existen razas de perros guardianes ladran ante cualquier situación de peligro. En este caso, los ladridos de miedo, sino de aviso, tanto para el visitante como para su tutor. En este caso esa predisposición para ladrar están condicionadas por la propia genética del animal, y calquier cambio en este sentido requerirá un adestramiento especial.
Otros motivos
Además de las causas ya comentadas, existen otras circunstancias que pueden hacer que tu mascota ladre más de lo habitual como por ejemplo para demarcar su territorio frente a otros animales o personas, para comunicarse en época apareamiento (cuando una hembra está en celo, los machos suelen ladrar), o por problemas de salud relacionados con la edad. Los perros muy mayores suelen perder capacidades visuales y auditivas, siendo más propensos a ladrar como una señal de queja.
Principales técnicas para hacer que tu perro deje de ladrar
En cualquier caso, un perro que ladra excesivamente sufre, se estresa, irrita a las personas que lo rodean e incluso corre el riesgo de ser maltratado por extraños, por eso es importante aprender unos cuantos trucos para evitar este comportamiento.
Lo primero que debes identificar si se trata de un ladrido hostil o amistoso para identificar si el animal está tratando de dar una advertencia o simplemente esta contento y por ello busca llamar tu atención. Observar los movimientos de la mascota también ayuda mucho. Cuando el ladrido esta estimulado por una situación de alerta, el animal demostrará un comportamiento nervioso, y ladrará mucho, mientras que si los ladridos son de excitación, el animal se mostrará relajado y saltarín.
A continuación revisaremos los mejores trucos evitar los ladridos de los perros:
1. Juega con tu perro
Una de los mejores trucos para evitar que los perros ladren demasiado es haciendo que consuman mucha energía. Si tu perro ladra por el aburrimiento o por el anhelo que siente por estar contigo, jugar con él sin duda es la gran solución. Es la mejor forma de mantenerlo entretenido.
Consejos: Acostúmbrale a hacer unas cantas carreras detrás de una pelota o acostúmbrale a jugar con sus juguetes, de este modo, si ladra en casa podrás distraerle con sus juguetes preferiods, evitando así que ladre sin motivo aparente.
2. Refuerza el buen comportamiento
Todo buen comportamiento debe ser recompensado con cariño, elogios y alguna chuche canina, de este modo el animal aprenderá que el buen comportamiento tiene recompensa. Es la mejor manera de enseñar a tu amigo peludo que comportamientos están bien y cuales están mal.
Cuando el animal empieza a ladrar, dile que pare, pero de manera tranquila, con un todo de voz serio pero sin gritar y sin prestarle demasiada atención, y solo cuando el animal deje de ladrar, reforzarás positivamente su comportamiento para que lo entienda. Entonces, pasados unos 15 segundos desde que dejo de ladrar le puedes premiar con una galletita u otra chuche que le guste.
3. Sácalo a pasear con frecuencia
¿Sabías que los paseos son ideales para tu mascota? Además de hacer ejercicio, los perros que pasean se vuelven más sociables y aprenden mucho sobre el mundo que los rodea, a medida que se acostumbran más a los estímulos externos.
Tal y como hemos comentado previamente, ladrar también puede ser una señal de que tu mascota necesita moverse, gastar energía. Así que si quieres hacer que tu perro ladre menos asegúrate de cansarlo en el parque. Luego ya verás como estará mucho más tranquilo y silencioso.
4. No cedas a los ladridos
Si percibes que tu amigo peludo esta ladrando porque quiere atención, por más que cueste, ignora los ladridos. Si cedemos ante los ladridos de llamada de atención les hacemos entender que este comportamiento es efectivo para que le hagamos caso, y en consecuencia ladrará cuando se sienta solo y busque atención.
Luego, pasado unos segundos le puedes dar un juguete con el que suela jugar. El objetico es que tu mascota se acostumbre a jugar solo cuando se sienta aburrido. De este modo le enseñas a entretenerse solo. Ni siempre podemos prestar toda la atención que desearíamos a nuestros amigos peludos, ¿verdad?
5. Entrena a tu mascota
Es importante que el perro aprenda a obedecer la orden "cállate". Una forma de enseñar el animal es llamándole la atención con algo que haga ruido, como por ejemplo una pandereta pequeña". El truco es tocar la pandereta o una lata llena de monedas, cuando el animal ladre, y una vez se calla, le dices de manera firme, con un tono de voz serio, "cállate".
Debes educarlo con firmeza. Demuestra con tus expresiones faciales que este comportamiento de ladrido excesivo no es aceptable. Usa un tono de voz normal, lo importante es repetir siempre la orden de la misma manera hasta que el animal aprenda a obedecer. Y una vez lo haga, dale un premio.
Finalmente, si después de todo esto tu mascota no reduce los ladridos, lo ideal es contar con la ayuda de un profesional capacitado, como por ejemplo un veterinario, adiestrador o incluso un psicólogo de perros, para averiguar qué puede haber detrás de los ladridos.