¿Los gatos pueden comer comida de perro?
Cuando gatos y perros conviven juntos, es bastante común que los gatos coman en el cuenco del perro, y no pasa nada si se trata de algo ocasional, pero si lo hacen a menudo puede afectar la salud del animal, tanto del gato como del perro.
El perfil nutricional de los gatos es distinto al de los perros, por este motivo cada uno debe tener su propia comida. El perro es omnívoro y el gato es estrictamente carnívoro.
Las necesidades nutricionales de los gatos y perros son distintas, por eso, si se trata de algo ocasional no daña al animal, ya que no es suficientemente para causar un desequilibrio nutricional, pero si la ingesta es habitual, sí que puede afectar negativamente la salud del gato o de perro.
A modo orientativo, respecto al pienso:
- Gatos: Cantidad óptima de proteínas en fase de crecimiento: 22% - Cantidad óptima de proteína adulto: 26%
- Perros: Cantidad óptima de proteínas en fase de crecimiento: 22% - Cantidad óptima de proteína adulto: 18%
- Gatos: Cantidad óptima de carbohidratos: Hasta 35%
- Perros: Cantidad óptima de carbohidratos: 30% - 60%
- Gatos: Cantidad recomendada de taurina: 0.1-0.17%
- Perros: Cantidad recomendada de taurina: Nada
¿La comida para gatos es buena para perros?
Debido a que la comida para gatos incluye taurina, existe cierta creencia de que es tóxica para los perros, pero no es así. La taurina no suele añadir a los alimentos para perros, no porque sea tóxica para ellos, sino porque los perros pueden sintetizarla por sí mismos y, por tanto, no la necesitan en su alimentación.
En el caso de los gatos ocurre lo contrario, se añade taurina en su alimentación porque su organismo no la sintetiza, de modo que depende de la ingesta de taurina en la comida.
La taurina es un aminoácido muy importante y se encuentra en bajas concentraciones en casi todos los tejidos animales.
¿Y a la inversa, la comida de perros es venenosa para los gatos?
Como hemos comentado previamente, no es recomendable que la comida del perro sea la base de la alimentación del gato, no porque sea tóxica o venenosa, sino porque existe el riesgo de que se produzca una reducción en la ingesta de proteínas y grasas debido al menor contenido de proteínas y grasas de los alimentos para perros.
Un gato necesita más proteínas y grasas en su dieta, de modo que si siempre se alimenta de la comida del perro se producirán desequilibrios nutricionales que pueden afectar, a largo plazo, la salud del animal.
Por otro lado, si el perro se alimenta con comida para gatos, probablemente empezará a ganar peso, y si es frecuente llegará la obesidad, con todos los problemas asociados que conllevan.
Los gatos son carnívoros
Originalmente sí, son animales carnívoros, de modo que su organismo está preparado para utilizar las proteínas como una importante fuente de energía, por este motivo necesitan una mayor ingesta de proteínas que los perros.
Si no reciben suficientes proteínas en su dieta, por ejemplo, si siempre se come la comida del perro, el organismo empezará a obtener proteínas del tejido muscular, y esto es muy peligroso para los mininos.
Debido a que son animales carnívoros, muchos se preguntan si los gatos pueden comer carne cruda, y la respuesta es sí, pero no es recomendable.
La ingesta de carne cruda favorece la posibilidad de contraer enfermedades parasitarias, como por ejemplo la toxoplasmosis.
¿Existe diferencia entre comida de perro y gato?
Sí. Las diferencias radican en la cantidad de proteínas, grasas, hidratos de carbono y otras sustancias como la mencionada taurina. Como ya comentamos, es conveniente que los gatos se acostumbren a comer su propia comida.
Para evitar que los felinos coman en el cuenco del can, es recomendable acostumbrarlos a comer en zonas diferenciadas, alejados unos de otros para evitar que coman del mismo cuenco.
La frecuencia de la alimentación de los gatos también diferente a la de los perros. Los primeros tienen acceso a la comida todo el tiempo (el llamado "sistema de buffet"), mientras que los segundos deben ser alimentados 1-2 veces al día.
Los gatos son cazadores e instintivamente están acostumbrados a tomar pequeñas porciones de comida varias al día, pequeñas piezas de caza, por ejemplo, topillos, ratones, pájaros... Además, pare ellos la caza tiene un carácter lúdico.
Los perros son parientes cercanos de los lobos, por lo que son cazadores ocasionales, por este motivo solo necesitan comer 1 o 2 veces al día. Sus características anatómicas y fisiológicas les permiten tomar alimentos a intervalos más largos y en porciones más grandes.
El aparato digestivo del ambos, gatos y perros, se ha adaptado a esta forma de comer.
Alimentos venenosos para gatos
El cacao y el chocolate contienen alcaloides, cafeína y teobromina, sustancias que son tóxicas para los gatos, y también para los perros. El café también contiene estos dos compuestos, pero en diferentes proporciones.
La leche también está prohibida para los gatos adultos. A medida que crecen desarrollan intolerancia a la lactosa, por lo que les puede provocar hinchazón o distensión abdominal, diarrea, gases y vómito.
Las uvas y pasas también son alimentos peligrosas, especialmente para los felinos. Las cebollas y los ajos también son tóxicos. ya que provocan una reducción del nivel de glóbulos rojos.
Tampoco es recomendable dar frutos secos a los gatos, especialmente las nueces de macadamia, almendras y cacahuetes, especialmente los salados, ya que existe el riesgo de intoxicación con sal, de hecho es importante evitar cualquier tipo de alimentos salados.