¿Los gatos pueden beber leche?
A menudo hemos visto en películas y dibujos como los gatos disfrutan tomando leche, por este motivo muchas personas piensan que la leche es un buen alimento para los felinos, pero es así, ¿los gatos pueden tomar leche? ¿La ingesta de lácteos es buena o perjudicial para ellos?
La respuesta rápida es depende la edad del gato. Los gatos son mamíferos, no obstante solo deben consumir leche durante el periodo de amamantamiento, no obstante en la edad adulta no es recomendable que beban leche.
¿Hasta cuándo los gatos pueden beber leche?
Los gatitos recién nacidos solamente beben la leche de su madre, y si la gata rechaza al cachorro o no está, deben tomar leche especial para cachorros recién nacidos con la ayuda de un biberón.
Siempre que sea posible, es conveniente que mamen de su madre, ya que la leche de la gata es muy nutritiva y contiene anticuerpos que los protegerán contra las enfermedades infecciosas durante sus primeras semanas de vida.
A partir de la 4ª semana de vida se produce el destete, de modo que los mininos empiezan a ingerir alimentos sólidos, ya sea pienso o comida blanda especial para gatos pequeños.
Después del destete, los mininos van perdiendo su capacidad de digerir el azúcar contenido en leche, a partir de este momento la ingesta de leche ya no es recomendable para los gatos, ya que su cuerpo deja de digerirla correctamente.
¿Es saludable la leche para los gatos adultos?
Como hemos visto antes, durante la lactancia, los gatitos producen la enzima lactasa, encargada de digerir la lactosa que compone la leche, no obstante, a medida que disminuye la ingesta de leche y aumenta la ingesta de otros alimentos no lácteos, el tracto digestivo del cachorro reduce la producción de lactasa, y por este motivo ya no la digieren bien.
Sin embargo, el nivel de tolerancia a la lactosa varía de un gato a otro. En algunos casos, sobre todo cuando el animal sigue tomando leche después del destete, se mantiene activa la producción de la enzima lactasa, por lo que tienen más capacidad para tolerar la leche en la edad adulta.
De todos modos, se trata de una excepción. La mayoría de los felinos tienden a disminuir gradualmente la producción de lactasa después del destete, y en general eso significa intolerancia a la lactosa.
La reducción o ausencia de producción de la lactasa dificulta la digestión de la lactosa, que una vez ingerida, pasa al intestino grueso sin ser digerida provocando una serie de problemas digestivos en el felino.
Síntomas de la intolerancia a la lactosa en los gatos
La intolerancia a la lactosa afecta al sistema digestivo del animal, siendo los síntomas más comunes:
- Náuseas y vómitos;
- Diarrea;
- Gases intestinales;
- Hinchazón de la zona abdominal.
Si el gato adulto presenta cualquiera de estos síntomas después de beber leche de vaca, lo más probable es que sea intolerante a la lactosa, en tal caso es recomendable excluir la leche de su dieta.
Existen otros síntomas que pueden indicar más que una intolerancia. La alergia a la lactosa es una patología completamente diferente a la anterior, ya que no solo implica el sistema digestivo, sino también el sistema inmunitario.
En el caso de la alergia a la lactosa, lo que ocurre es que el organismo del animal desarrolla una hipersensibilidad que desencadena una reacción alérgica cuando detecta el alérgeno en el organismo, provocando los siguientes síntomas:
- Picor acompañado de urticaria
- Dificultad para respirar
- Tos y vómitos
- Diarrea y dolor de estómago
- Disminución de la presión arterial
Si tu gato sufre alguna de estas reacciones, no dudes en acudir al veterinario inmediatamente, sobre todo si notas que el animal tiene dificultades para respirar.
¿Los gatos pueden beber leche sin lactosa?
Algunos gatos adultos anhelan la leche. Al igual que nos pasa a los humanos, los mininos también asocian ciertos sabores y olores a recuerdos positivos, y de cierto modo, para ellos la leche se asocia a recuerdos reconfortantes para ellos.
La leche sin lactosa es una buena opción si a tu gato le gusta la leche pero le sienta mal. De hecho, la leche deslactosada es recomendada tanto para los gatos con intolerancia a la lactosa como para los que la toleran bien, debido a que es más fácil de digerir y, por lo tanto, evita posibles problemas digestivos.
Además, tal y como comentamos previamente, algunos gatos no desarrollan ni intolerancia, ni alergia a la lactosa, en tal caso pueden ingerir leche de vaca, desnatada, semidesnatada o entera, dependiendo de como su organismo la digiere.
La mejor forma de saber cuál es la mejor opción es probando y observando a tu compañero peludo para ver cómo reacciona y averiguar qué tipo de leche le gusta y le sienta mejor.
Importante: Independientemente de la capacidad del gato para digerir la lactosa o no, no es recomendable abusar de su consumo. Un exceso de leche puede elevar los niveles calcio, poniendo en riesgo la salud del animal. hecho que puede conducir al desarrollo de cálculos renales, por ejemplo.
También es importante recordar que, antes de realizar cambios en la alimentación de un animal, es recomendable consultar con un veterinario, para que determine las cantidades adecuadas, teniendo en cuenta las características del minino.
¿Y qué hay de los productos derivados de la leche?
Los profesionales siempre recomiendan solamente la ingesta de alimentos específicos para gatos, sin embargo, a algunos amos les gusta complementar la dieta del felino con otros alimentos. Previamente hemos hablado de la leche, pero y qué hay de sus derivados?
Como ya hemos señalado previamente, siempre que no haya alergia o intolerancia a la lactosa, el gato puede consumir productos lácteos como el queso o el yogur.
Del mismo modo que la ingesta de pequeñas cantidades de leche no es dañina para los gatos que la toleran, tomar productos lácteos tampoco resulta malo.
Estos alimentos contienen bajas cantidades de lactosa, por lo que pueden ser digeridos más fácilmente, siempre que lo tomen en cantidades moderadas.
Se puede dar al animal una cucharada de yogur de vez en cuando o un trozo de queso como recompensa. Por supuesto, el yogur debe ser natural, y no se le puede echar azúcar, y en cuanto al queso, se recomienda que sea cremoso y suave.
Ambos alimentos, junto con la leche sin lactosa, pueden complementar la dieta del gato, pero no es recomendable la ingesta de diferentes tipos en el mismo día.